Internet Muerta e hiperrealidad

Internet sigue en pie, iluminada, con su bullicio de cuentas y publicaciones. Pero ya no hay nadie al otro lado.

La Teoría de Internet Muerta empezó como una conspiración menor en un foro underground. Hoy, los datos parecen darle forma empírica: más de la mitad del tráfico online proviene de robots que publican y consumen contenido; las marcas ya no saben si tratan con clientes reales o sintéticos, y los usuarios dudan de si quienes los seducen en pantalla son personas "reales". Este texto explora cómo hemos llegado hasta aquí, y qué significa vivir dentro de una realidad que ya no nos necesita.

La hipótesis de la Internet Muerta

El "Agora Road's Macintosh Café" es un foro creado en 2017 como espacio para fans de la música vaporwave, el aesthetic retro de los 90 y la cultura digital nostálgica. El tema central de este sitio era (y sigue siendo) música, arte, estética retro, memes vintage, y subforos sobre "internet antiguo". Entre conversaciones sobre música y tendencias, hacia 2021 aparece un hilo titulado Dead Internet Theory: Most of the Internet Is Fake. En él se explica que, desde 2016 aproximadamente, la mayoría del contenido que circula por internet está generado por actividad automatizada.

Large proportions of the supposedly human-produced content on the internet are actually generated by artificial intelligence networks in conjunction with paid secret media influencers in order to manufacture consumers for an increasing range of newly-normalised cultural products.

El autor afirma que los memes (Jesus-raptor, la rana Pepe, ...) parecen surgir y evolucionar con ciertas intenciones (no de forma espontánea), y llega incluso a sospechar que ciertos influencers ni siquiera son reales.

Pocos meses después, una publicación en The Atlantic dio difusión a esta teoría como parte de un proyecto sobre conspiraciones en Norteamérica. Kaitlyn Tiffany, su autora, señala cómo la automatización y la optimización orientada a ventas a través de algoritmos de personalización han desplazado la interacción humana, haciendo que la experiencia online se comience a percibir vacía y artificial. En ese momento (agosto de 2021) concluía que aunque la teoría de la Internet Muerta tenía tintes conspiranoicos y parecía difícil de probar, sí reflejaba una sensación real de pérdida de autenticidad en la web.

A principios de 2025 Muzumdar y otros publican en la Asian Journal of Research un pequeño paper en el que detallan el proceso por el cual las redes sociales han pasado de ser plataformas de interacción a espacios dominados por los algoritmos de publicidad. No en vano, afirman, llevan años transformando su arquitectura para priorizar la participación y el intercambio por encima del descubrimiento y "encuentro" entre usuarios. Un aspecto central de esta estrategia es el cambio de la presentación cronológica del contenido a los feeds seleccionados algorítmicamente. Se logra así destacar el contenido que más coincide con los intereses percibidos del usuario para "atraparlos" en el scroll. Al mismo tiempo, procuran priorizar los contenidos polémicos o sensacionalistas que incentivan la interacción. Hasta ahora, el problema era que no existía tanto contenido evocador o sensacionalista con la capilaridad suficiente como para "atrapar" en el scroll a cualquier tipo de usuario. Pero la IA ha roto ese cuello de botella: su bajo coste y escalabilidad ya permite a las plataformas inundar los feeds con material "relevante", asegurando que los usuarios permanezcan inmersos y expuestos a anuncios -fundamentales para la generación de ingresos.

Los datos

Esta teoría—hasta hace poco marginal y conspirativa— parece haberse transformado en un fenómeno empíricamente documentado. Veámoslo:

Más del 50% del nuevo contenido de internet ya es generado por robots

A mediados de este año Common Crawl analizó una muestra aleatoria de 65.000 URL (de una base de datos de más de 300 mil millones de páginas) con fechas de publicación que van de enero de 2020 a marzo de 2025, y encontró que más del 50% había sido generado por algoritmos automatizados

Sin embargo, es interesante destacar que aunque este contenido "sintético" no suele estar bien posicionado en Google ni en ChatGPT, los autores afirman que

In many cases, AI-generated content is as good or better than content written by humans (MIT Study). It is often hard for people to distinguish whether content is created by AI.

La mayoría del tráfico web ya procede de robots

Por primera vez en la historia, el tráfico automatizado supera la actividad humana, representando el 51 % del tráfico web total en 2024. Además, la actividad de bots maliciosos aumentó por sexto año consecutivo, representando ahora el 37 % del tráfico de internet total, un incremento considerable respecto al 32 % en 2023. Estos bots maliciosos ya no solo se dedican al web-scraping, ahora también explotan APIs, aprovechan lógicas internas de negocio y alimentan fraudes a gran escala.

En ciertas industrias el tráfico automatizado ya supone más de dos tercios del tráfico total, destacando especialmente la industria del entretenimiento en el que apenas el 15% del consumo o interacción con el contenido ha sido realizado por un ser humano:

Zombificación de RRSS: base de usuarios estancada, solo crecen los bots

Según DataReportal las redes sociales han crecido casi un 5% en número de usuarios (alrededor de 259 millones de nuevos perfiles sociales) en el último año, lo cual significa -en teoría- que 2 de cada 3 personas en la tierra tienen alguna red social (el 92,6% de usuarios/as de internet). Al mismo tiempo, Meta afirma que, solo en los últimos 6 meses, ha eliminado más de 250 millones de cuentas falsas (un 3% del total de su base de usuarios), LinkedIn al 6,7% (más de 80 millones) de su base total de miembros registrados, y X/Twitter al 77%; 464 millones de cuentas eliminadas por tratarse de cuentas de spam o bots fraudulentos. No hay que ser un as de las matemáticas para ver que el saldo neto ha sido negativo.

Clientes falsos e influencers sintéticos

Empieza a ser un reto diferenciar al cliente humano del robot. Los algoritmos ya son capaces de emular comportamientos "legítimos", generando reseñas creíbles que superan filtros automáticos (por "verified purchase" y estilo humano). Por ejemplo, estudios independientes (Pangram Labs) han detectado que más del 3% de las reseñas en Amazon ya son generadas por IA; y la tasa sube al 5% en categorías premium (belleza, bebé, bienestar).

En el mismo sentido, Zillow -un marketplace especializado en venta y alquiler de inmuebles en EEUU- detectó que más del 25% de sus reseñas habían sido generadas por IA TrustPilot también admitió recientemente que había eliminado más de 4.5 millones de reseñas falsas (7,4% del total) por tratarse de contenido fraudulento generado por IA.

Los usuarios también empiezan a tener problemas para diferenciar a influencers "reales" de robots. En 2023, se viralizó la historia de un perfil en OnlyFans llamado "Claudia" que acumuló miles de seguidores y generó ingresos mensuales de varios miles de dólares antes de que se revelara que todas las fotos, conversaciones y contenido eran producidos por IA. Poco después surgieron comunidades en Reddit y Discord en donde hoy se puede comprar imágenes, packs y contenido "personalizado" completamente generado por IA ("AI Girlfriend", "AI Feet Pics", "AI Cosplayer"), incluso con suscripciones mensuales e "interacción" por chat. También aparecieron agencias (p.e. The Clueless, Deep Agency o Fable Studio) que gestionan cuentas en Instagram y TikTok (generalmente femeninas) cuyo aspecto, voz, vídeos y mensajes directos son enteramente sintéticos. Algunos de estos "modelos" incluso ofrecen tarifas para contenido adulto o interacción privada por Telegram.

Hace poco, Mark Zuckerberg reconoció que el estadounidense promedio tiene solo tres amigos cercanos, aunque desearía tener al menos quince. Describió esta situación como una "epidemia de soledad" y afirmó que el futuro de las relaciones sociales en sus plataformas podría pasar por vínculos con bots impulsados por inteligencia artificial, en lugar de con personas.

La realidad es que muchas personas no tienen conexiones, y a menudo se sienten más solas de lo que les gustaría

(Mark Zuckerberg)

Baudrillard y el Mini Hollywood de Tabernas

También conocido como Oasys, el "Mini Hollywood" es un parque temático ubicado entre los pueblos de Tabernas y Vélez-Blanco (Almería). Este lugar se construyó inicialmente como plató y set de rodajes de Spaghetti Western durante los años 60. Sergio Leone rodó allí la trilogía del dólar ("Por un puñado de dólares" (1964), "La muerte tenía un precio" (1965) y "El bueno, el feo y el malo" (1966)), pero también fue el plató del "Django" original de Sergio Corbucci (1966), o de "Conan el Bárbaro" (1982) -la película que dio a conocer a Schwarzenegger. Hoy son un conjunto de decorados, calles de madera, saloons, la cárcel del sheriff… todo perfectamente conservado, pero sin nadie ni nada al otro lado. Las ventanas no dan a ninguna habitación; los muros no sostienen nada. Es un lugar decadente dispuesto para ser mirado.

El Mini Hollywood de Tabernas es literalmente un simulacro: una ciudad que nunca existió, creada para representar un Oeste que tampoco existía como tal. Es una copia que ya no necesita original porque el original (el Oeste real, los rodajes, la época dorada del western) ha desaparecido.

Baudrillard afirma que la modernidad es el tránsito por cuatro etapas en nuestra relación con la realidad:

1. La imagen refleja una realidad profunda (una pintura realista, por ejemplo).
2. La imagen disfraza o distorsiona esa realidad (propaganda, ficción).
3. La imagen finge representar algo real, pero no lo hace (publicidad, cultura pop).
4. La imagen no tiene relación con ninguna realidad: es puro simulacro (IA, redes sociales).

En el punto 4, la copia sustituye al original, y ya no hay forma de volver atrás. Como los pueblos falsos del cine, Internet sigue en pie, iluminada, con su bullicio de cuentas y publicaciones. Pero ya no hay nadie al otro lado. La internet muerta sería el estadio final del simulacro, donde las máquinas ya no copian lo humano, sino que lo reemplazan tan bien que nadie nota la diferencia.

Y cuando vives en un entorno dominado por simulacros —es decir, por representaciones sin referente real—, la manipulación se vuelve invisible. Ya no se trata de mentirte sobre la realidad, sino de definir qué es la realidad. En la "sociedad del simulacro" el poder ya no se impone, sino que seduce y entretiene.

Hay que entender que la mayoría de estas personas no están preparadas para desconectarse y muchas de ellas están tan acostumbradas y dependen tan desesperadamente del sistema que lucharán por protegerlo.

(Morpheus)

Epílogo: la post-hiperrealidad

Baudrillard pensaba que el simulacro podría sostenerse indefinidamente; una especie de "fin de la historia", a lo Marx, o Fukuyama. Pero si aceptamos que la sociedad del simulacro es la realidad algorítmica que estamos viviendo actualmente, sabemos que los algoritmos no pueden alimentarse de contenido sintético indefinidamente. Esta hiperrealidad no es estable: es entrópica.

• Cada nueva iteración introduce ruido y distorsión, como una fotocopia de una fotocopia. Bajo una dieta estricta de información sintética, los modelos IA podrían terminar amplificando micro-errores y multiplicando las alucinaciones.
• Sin input humano (errores, matices, contexto), el sistema pierde anclajes semánticos. Por ejemplo, ya hay fenómenos de webs "clonadas" que compiten por posicionar contenido sin sentido (SEO sobre SEO sobre SEO).
• Acaba generando contenido que parece con sentido, pero no lo tiene. Por ejemplo, imaginemos un deepfake de un influencer sintético.

En otras palabras: la hiperrealidad IA se pudre desde dentro.